Ministerio de Educación - Catamarca - Dir.Pcial.de Educación a Distancia

Nivel Inicial – El Juego en la Educación Inicial

El Juego en la Educación Inicial – Contenidos

III.1 – El juego en el Jardín Maternal
III.2 – El juego en el Jardín de Infantes

El juego es una práctica social que se enseña y se aprende, aprender juegos es adentrarse en lo valioso de la cultura compartida. En este sentido, y, en consonancia con lo que proponen las normativas vigentes, es importante otorgar centralidad al juego en la elaboración de las propuestas didácticas.
Es por eso que en este diseño curricular se concibe necesario incluir al Juego explícitamente en las propuestas de enseñanza, como contenido a enseñar, con un alto valor para el desarrollo de los niños, lo que implica la construcción de un sistema conceptual especifico relativo al juego permitiendo hacer seguimiento de los procesos de juego y de los jugadores; decisión de otorgarle intencionalidad pedagógica al juego, con el fin de ofrecer a los niños un tiempo y un espacio para jugar.
El contenido del juego, a qué se juega, está influido por aspectos tales como: el con qué se juega (objetos), el dónde se juega (espacio), el cuándo y el cuanto se juega (tiempo).
El a qué se juega y el cómo se juega se encuentran fuertemente condicionado por la cultura, por la pertenencia social y por la experiencia y condiciones de vida; cuestiones que también influyen sobre los objetos y espacios, el con qué y donde se juega.
Por tal razón es importante considerar, aquellos condicionantes que el juego tiene en la Educación Inicial, sea cual fuera la propuesta. Estos son, fundamentales:
– El tipo de juego.
– El espacio.
– El tiempo.
– Los materiales.
– Las formas de agrupamiento.
– El clima de juego.
– La intervención.
Según la combinación que se dé entre esos elementos, la propuesta de juego puede variar sustancialmente. Por lo tanto, se torna fundamental realizar una reflexión sobre ello al planificar una propuesta de juego.

III.1 – El juego en el Jardín Maternal
En el Jardín Maternal, se concibe al Juego como un contenido central en las actividades diarias, como proceso educativo propio de los niños pequeños. Jugar y enseñar a jugar promueve en los niños desafíos cuya resolución implica aprendizajes múltiples. El juego constituye así el medio, por el cual los niños se apropian del mundo, se conectan con los otros, con el espacio y con los objetos.
El Jardín Maternal tendrá como premisa favorecer los repertorios lúdicos mediante propuestas de enseñanza sistematizadas, entendiendo al juego como contenido de alto valor cultural, como una construcción social, que se trasmite de una generación a otra y se reactualiza.
En las instituciones maternales, los educadores deben garantizar el aprendizaje a partir de enseñar variadas posibilidades de juego adecuadas a los niños pequeños. Para ello los docentes deben tener en cuenta las siguientes acciones:

  1. Iniciar o continuar un juego con los niños: El docente inicia un juego a partir de una propuesta o continúa una acción que inicia el bebé. Por ejemplo el bebe se esconde, el docente dice ¿dónde está?
  2. Reiterar de manera idéntica los juegos con algunas variantes: Para enseñar a jugar a niños pequeños los docentes volverán a jugar a los mismos juegos hasta que estos sean conocidos. A medida que el juego se reitere siempre igual, comenzarán a aparecer pequeñas variantes.
  3. Comunicar la intencionalidad lúdica al niño y participar “jugando”: Cuando el docente juega con un niño le comunica la alegría del juego, su participación implica involucrarse realmente en el mismo.
  4. Dar un tiempo para jugar en el que los bebés/niños y docentes participen: En el entramado de las tareas que se desarrollan debe haber un momento central para sentarse a jugar con los niños, aunque también el juego estará presente en los momentos de higiene, en menor grado al dormir o al alimentarse.
  5. Armar escenarios/espacios de juego con materiales variados, pero a la vez estables: Es necesario prever espacios para el juego con materiales adecuados para los niños pequeños. En las salas siempre debe haber materiales disponibles para jugar. Y los docentes cotidianamente y varias veces al día deben armar espacios /sectores para jugar. (SOTO, c.; MATEOS, N.; CASTRO, E. Coord. MALAJOVICH, A. 2014)
    Juegos de Crianza
    Se corresponden con acciones lúdicas relacionadas con las necesidades de los niños que revisten importancia en el desarrollo. (CALMELS, Daniel. 2001)
    Se clasifican en:
    – Juegos de Sostén: Se desarrollan en un espacio corpóreo en, desde y sobre el cuerpo del adulto, más allá del cual está el vacío. El cuerpo- adulto es territorio de la escena lúdica. Al jugar, la caída y el desprendimiento son ilusorias, falsos riesgos. La presencia no consiste en la observación o asistencia momentánea sino en una presencia en actos en contactos y separaciones: presencia de sostén donde es fundamental la confianza. Por ejemplo: juegos de sostén son los movimientos, con un sentido lúdico, que nacen cuando el adulto tiene al niño en brazos. El adulto con el niño en brazos, lo mece, en primera instancia para calmarlo, para dormirlo, pero hay otra instancia donde ese mecimiento se produce sin la intención de calmar al niño que llora, sino como un acto de juego, como un acto lúdico. Otro juego, es cuando se toma a un niño y se lo eleva para luego hacerlo descender.
    – Juegos de Ocultamientos: Son aquellos cuyas características radican en que varias o una persona se esconde y otra debe descubrirlos. También la dinámica puede incluir el ocultamiento de objetos para ser descubiertos. El ocultamiento crea un distanciamiento entre los cuerpos y nos introduce en la oscuridad donde se extrema la capacidad de atención ubicada principalmente en la visión y en la escucha. Los primeros juegos que aparecen de este tipo son el “esta no está” o el de la “sabana”.
    – Juegos de Persecución: Hay tres protagonistas principales: un perseguidor, un perseguido y un refugio. El perseguidor debe ser reconocido por el niño como una persona confiable y de confianza, lo que le garantiza al niño que nada malo va a suceder, que puede aceptar la amenaza como una ficción, reduciendo la sensación de incertidumbre.
    – Versificaciones y Narrativas: Se introducen con ritmos, gestos y movimientos, se caracterizan por una presencia corporal importante. Si se abordan como juegos la palabra se ajusta con los juegos de sostén, Por Ejemplo:” Que linda manito; Ico, ico…caballito” entre otras.

III.2- El juego en el Jardín de Infantes
El Juego forma parte de la vida de todos los seres humanos, por lo tanto ha sido abordado a lo largo de la historia por teóricos desde distintas perspectivas del conocimiento por su poder transformador, su flexibilidad y potencialidad como lenguaje humano universal. Desde diferentes ciencias como la Psicología, la Antropología, la Sociología, la Salud, el Arte, la Educación, se han elaborado diferentes definiciones de Juego.
Todas ellas de una u otra manera, han acordado en considerar que “Jugar para el niño es como vivir”. Es la manera en que comienza a conocer el mundo, a descubrir.
El juego es, por lo tanto, patrimonio privilegiado de la infancia y uno de sus derechos indeclinables, pero además es una necesidad que la escuela debe no solo respetar sino también favorecer a partir de variadas situaciones que posibiliten su despliegue. Esta expansión de las posibilidades lúdicas deberá ofrecer oportunidades para el desarrollo de las capacidades representativas, la creatividad, la imaginación, la comunicación, ampliando su capacidad de comprensión del mundo.
Por esto es importante, recuperar y enriquecer el juego como actividad social y cultural en el ámbito de las escuelas.
Desde sus orígenes la Educación Inicial estuvo asociada a la imagen del Juego como meta por excelencia. En la actualidad las leyes de Educación Nacional 26.206/06 y de Educación Provincial N°5381/1, lo incluyen como objetivo prioritario para lograr el desarrollo integral del niño. “Promover el juego como contenido de alto valor cultural para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y social”.
Significar al juego como parte de la cultura, implica reconocer que se trata de un contenido que se aprende (Nap, 2004, pág. 13), y por lo tanto se enseña.
Diferentes Formatos de Juego
El Juego Dramático
: Es uno de los formatos que empleamos en la Educación Inicial con mayor frecuencia, cuya características radica en ofrecer escenarios de juegos representativos alternativos, que propongan o sugieran temas, en los que los niños participen libremente.
El juego de dramatización permite la recreación de la realidad, significándola particularmente y dando lugar a la simbolización y creatividad.
Cabe diferenciar dos actividades que suelen denominarse de la misma manera. El juego simbólico, protagonizado o socio dramático espontaneo propio de los niños pequeños y el juego dramático como actividad teatral, donde el maestro propone el tema y organiza el escenario y a veces también distribuye los roles.
La presencia del Juego Dramático es sumamente importante como así también su presencia frecuente en las salas porque es un medio de apropiación del mundo y de expresión, en tanto el niño asimila especialmente lo real al yo.
También se constituye en una posibilidad de:
– Expresar, con un lenguaje propio, su interioridad
– Incrementar su repertorio lúdico al interactuar con otros
– Realimentar el conocimiento de la realidad y la posibilidad de aprehenderla y recrearla.
– Adentrar en el mundo social al aceptar reglas y normas de comportamiento necesarios para el juego.
– Escucharse a sí mismo y a los otros comunicándose en un dialogo lúdico en el que cada cual atiende a su juego y el juego de los otros.
Es importante que los docentes logren captar aquellas temáticas de juego que los niños desarrollan en reiteradas oportunidades. De esta manera, será posible pensar en ampliar sus conocimientos y, por lo tanto, sus posibilidades lúdicas.
Resulta sumamente necesario extender y complejizar, desde la institución escolar, el universo simbólico de los niños con variadas oportunidades de conocer el ambiente social, para que su juego también se enriquezca y complejice con una diversidad de temáticas que se desarrollarán en las tramas que los niños creen en su juego dramático.
Juegos de Construcción: Los juegos de construcción implican la relación entre medios y fines, los niños establecen una meta (idea), a partir de la cual el juego se inicia, y se va organizando con la selección y combinación de materiales. Realizando diferentes acciones tales como: encastrar, superponer, unir. Dando lugar al desarrollo de destrezas motrices. Los juegos de construcción ponen en acto saberes acerca del espacio y de los objetos en el espacio; facilitando secuencias de juegos más largas y ricas en verbalizaciones y combinaciones.
Cabe destacar que, en el despliegue que los niños hacen de este tipo de juego, es característico observar cómo se transforman rápidamente, el juego de construcción en juego dramático, utilizando lo realizado para organizar secuencias ficcionales.
Juegos Reglados: Los juegos reglados habilitan procesos de juegos grupal, que se organizan a través de reglas explicitas y anticipadas. Atributos que potencian la descentración cognitiva. Este juego favorece el reconocimiento de las normas como regulación de la conducta individual y parámetro de los procesos grupales.
En este tipo de juego se destaca la presencia de reglas externas que diferencian un juego de otro. Sería el caso del dominó, el memo test, los dados; que suponen reglas e instrucciones predeterminadas. Otros juegos son auto-correctores como los rompecabezas o los encajes planos.
Aquí el juego existe con independencia del jugador o el sentido que este quiera atribuirle. Es decir que el juego posee reglas externas más allá de lo que los niños puedan jugar con ellos estableciendo sus reglas.
Algunos de estos juegos, luego se usarán como estrategias metodológicas para enseñar contenidos de otras áreas (por ejemplo, la utilización del bingo para la enseñanza de contenidos matemáticos). Sin embargo, es necesario destacar que primero hay que permitir que el niño se apropie de la estructura de estos juegos, que conozcan las reglas de los mismos y las puedan poner en acto. Recién después de este proceso de apropiación será pertinente usar el juego como estrategia de enseñanza de otros contenidos.
Juegos Tradicionales: Es necesario aclarar que en el interior de los juegos con reglas convencionales encontramos los juegos tradicionales, ya que también poseen reglas externas que se van trasmitiendo de una generación a otra, existiendo la posibilidad de su modificación en ese pasaje. Algunos ejemplos serían las escondidas, la rayuela, la mancha.
Considerar al juego como parte del patrimonio cultural y social nos permite pensar estrategias para facilitar su trasmisión generacional e intergeneracional y favorecer el trabajo con las familias ya que todas están en condiciones de aportar ideas, sugerencias y experiencias en relación con el juego. Los juegos tradicionales forman parte del acervo cultural de cada comunidad, por lo que fomentar un espacio para que los mismos tengan lugar en el jardín es fundamental para garantizar aquella trasmisión. Como toda trasmisión también incluye la posibilidad de recreación y reconstrucción de lo trasmitido, por eso, muchas veces encontramos gran variedad de modos de jugarlos.
Sería interesante, entonces, que los juegos tradicionales formaran parte de la cotidianeidad del jardín y se jugaran en la sala o fuera de ella. También puede plantearse la posibilidad de que se elabore un proyecto específico en el que los niños conozcan el juego en las distintas culturas y en el que se promueva la participación a las familias para dar a conocer sus propias experiencias de juego y la de sus padres y abuelos.
Es importante cuidar la presencia del espacio/tiempo para jugar y no solo el conocimiento sobre los juegos tradicionales.
El Juego y el Espacio
La organización de la sala debe facilitar la desestructuración y la estructuración del espacio y el libre desplazamiento en función de los juegos que se quieran desarrollar.
En este sentido, es importante que la disposición de los muebles en las salas no sectoricen rígidamente los distintos espacios de juego con el objeto de favorecer el intercambio y la posibilidad de conexión entre los materiales y los juegos. Se recomienda que los muebles puedan ser movidos por los niños teniendo, Por Ejemplo; con ruedas en su base. El juego puede realizarse en la sala, el pasillo, el patio, salón de usos múltiples y otros lugares disponibles en la institución, pudiendo incluirse o no los muebles de la sala.
La presentación por parte del docente de un espacio lúdico y diferente al habitual puede dar lugar a nuevas experiencias de juego. Por ejemplo: No es lo mismo que los objetos disponibles para jugar estén sobre las mesas que en el suelo, no es lo mismo que la sala este toda abierta o que esté dividida o sectorizada con telas que cuelgan; cada una de estas ambientaciones modificará el juego que tenga lugar allí y dependerá de las elecciones que realice el docente. Si estos condicionantes han sido pensados previamente en el momento de planificar una propuesta de juego, seguramente enriquecerá el desarrollo que éste tenga.
Es importante que los niños se vayan encontrando con variadas formas de disponer el espacio, de modo que puedan hacerlas propias e incorporarlas a su repertorio de escenarios lúdicos posibles, enriqueciendo así su juego.

El Juego y El Tiempo
El docente interviene administrándolo y organizándolo y, en función de esto considera, cuándo y cuánto jugar, teniendo en cuenta las necesidades y los intereses del grupo, así como los acuerdos institucionales establecidos.
Deberán considerarse los tiempos del grupo, los tiempos del juego y los tiempos institucionales, por ello este elemento es consecutivo del juego y tiene que ser debidamente planificado, teniendo en cuenta que los niños necesitan tiempo y que jugar varias veces a un juego facilita el desarrollo del proceso lúdico y su profundización.
Dentro de esta planificación, el docente tiene que dejar lugar a lo que acontece, siendo flexible en una propuesta y tomando aquello que surge en el propio juego como un elemento que le permite profundizar su conocimiento del grupo y de cada niño en particular.
El juego no puede plantearse como una actividad de relleno, en tanto necesita de un tiempo de organización, para luego llegar al tiempo de desarrollo y posterior cierre. El tiempo de cierre requiere que el docente avisen a los niños unos minutos antes de su finalización, para que ellos puedan concluir lo que están haciendo evitando de esta forma los cortes abruptos. Esta anticipación que se realiza evidencia el respeto del docente por lo que los niños hacen y sienten.
Es necesario que el juego esté presente en las salas, es por eso que debe pensarse instancias de juego cotidianas en la planificación. En el desarrollo de cada jornada, debe garantizarse al menos una propuesta de juego con una duración no menor a los 40 minutos cada una, ya que, el juego necesita de un tiempo para poder desarrollarse.

El Juego y Los Materiales
La propuesta de juego varía ampliamente en función de los materiales a los que tengan acceso los niños. Los mismos resultan un sostén privilegiado del juego ya que permiten estructurarlo, enriquecerlo, hacerlo durar.
En este sentido el docente debe elegir los materiales al momento de planificar una propuesta de juego, en función de los contenidos específicos que quiere trabajar y que considera que pueden enriquecerla. También puede seleccionarlos en función de lo que los niños hayan pedido o él haya percibido que ellos necesitan a partir de la observación de las escenas de juegos anteriores.
Por tal razón se considera necesario tener en cuenta que los materiales deben estar dispuestos al alcance de los niños y es importante considerar la variedad de elementos. La sola incorporación de algún nuevo elemento (estructurado o desestructurado) provocará seguramente una nueva posibilidad de jugar, pero no necesariamente el hecho de tener muchos elementos al mismo tiempo asegura que se generen más posibilidades de juego, muchas veces ocurre lo contrario.
Es necesario disponer tanto material estructurado como no estructurado para jugar. Este último es aquel que genera mayores posibilidades lúdicas, ya que es el niño o el grupo de niños los que le otorgan significado en función del desarrollo lúdico.
En relación con los materiales estructurados se puede pensar en la variedad de juguetes que se encuentren en la sala. Los materiales no estructurados pueden ser por ejemplo, cajas ,cubos de goma, maderas, argollas de goma, de maderas de diferentes tamaños, cintas y sogas de variados colores, largos y anchos, conos de cartón o plásticos, broches, elásticos, telas de variados tamaños, texturas, colores, entre otros.
La mayor desestructuración del material provoca en el niño el deseo de estructuración. Lo que significa la síntesis de los dos procesos: armar y desarmar, el logro de los altos niveles creativos.
El Juego y Los Agrupamientos
Al momento de jugar, es importante que el docente respete las elecciones que hacen los niños respecto de los compañeros de juego. Los niños tienen la libertad de elegir con quien compartirán el juego y poder cambiar de elección en el desarrollo del mismo. Si son muchos los que eligen el mismo juego, sobre todo en el juego en sectores, es importante que el docente los acompañe en la resolución de ese conflicto, si es que lo es para ellos.
El Clima del Juego
En las diferentes propuestas será necesario garantizar un clima cordial, seguro y afectivo en el que se favorezca el vínculo y la exploración. Se debe promoverá que se juegue con verdadera libertad. El docente, al organizar el juego, habilitara un clima particular que promueva las ganas de jugar, atendiendo a las necesidades y los intereses de los niños.
La Intervención Docente en el Juego
Los modos de intervención del docente en el juego, necesitan de una reflexión constante, para no caer en la falta de intervención por no coartar o direccionarlo demasiado; o por el contrario, en el exceso de intervención que, con la intención de orientar, enseñar e incluir contenidos en el juego, puede interrumpirlo o distorsionarlo.
Se puede distinguir la intervención docente en distintos momentos:
En la planificación del juego: La reflexión se da lugar en lo referente al grupo de niños, el modo de jugar, los temas que les interesan, los vínculos personales que se evidencian en el juego. El proceso de reflexión iniciado con la observación y el análisis de los registros, que el docente fue realizando de anteriores situaciones de juego, facilita la selección de los contenidos pertinentes y la elaboración de propuestas significativas y contextualizadas en relación con el juego.
En momentos previos al juego: Al preparar el espacio y los materiales de acuerdo a la propuesta de juego, el docente está realizando una de las intervenciones más importantes, ya que expresa en esta acción su intencionalidad, es decir que el proceso de reflexión se pone en acto.
Los modos de intervención pueden ser a través de acciones tales como: Crear escenarios y espacios lúdicos, dentro o fuera de la sala, vinculados con escenas de la vida cotidiana o escenarios fantásticos, variando los materiales que dispone para jugar.
Generar un clima particular, a través de la luz, la música, la ubicación de los materiales de juego
Durante el desarrollo del juego: El docente facilita, juega, sugiere, pregunta, propone modos de juego con la intención de: Habilitar el juego; organizar la actividad respetando la lógica de los niños; promover un clima en el que se facilita la expresión, la combinación de materiales, el desplazamiento libre por el espacio, la iniciativa y la resolución de conflicto; proporcionar materiales, disponiéndolos al alcance de los niños, de modo de favorecer el desarrollo autónomo durante el juego; acompañar la resolución de conflictos tanto entre los niños como entre el niño y el objeto de juego, marcar pautas, límites, reglas, tiempos y espacios; observar y registrar el juego de los niños para intervenir adecuadamente.
Después del desarrollo del juego: Finalizado el juego es necesario un tiempo destinado a su evaluación que debe realizarse inmediatamente después del juego, en acto, ya que para los niños el juego tiene lugar solo mientras juegan.
Esta instancia no debe transformarse en largas conversaciones sobre lo acontecido, sino en algo significativo para los niños. Por ejemplo: El docente rescata algo significativo que sucedió durante el juego ya sea porque fue importante para el subgrupo que estaba jugando, porque lograron resolver un conflicto que fue difícil para ellos, o porque el docente cree que puede ser interesante para los demás niños.
También el docente puede acercarse a un grupo y les pregunta que necesitarían para la próxima vez que jueguen, comprometiéndose a buscarlo, y si no es posible se les comunica a los niños. El docente puede hacer un análisis del juego de algún niño, del subgrupo o el grupo total, en lo referido al clima, la resolución de conflictos etc. y hacer una devolución sobre esto a los niños, como una instancia de reflexión compartida.
Todos estos ejemplos, de Acción- Reflexión , que dependen de la propuesta lúdica, del contexto y del grupo concreto, apuntan a acompañar a los niños en el proceso de hacer consciente el pensamiento que acompaña el juego, las ideas, las estrategias, las emociones que ellos ponen en juego al jugar. Por otro lado, el docente, a partir de la reflexión acerca del registro del juego, intenta pensar la propuesta siguiente, tratando de seguir la lógica utilizada por los niños en el desarrollo del juego y de la evaluación. De esta forma, cada propuesta irá avanzando en complejidad y elaboración, en una interacción dinámica entre niños y docentes.
El Juego y La Evaluación
La evaluación es un aspecto complejo de pensar en relación con el juego. Se considera que es posible implementar procesos de evaluación, si la concebimos como una reflexión sobre el desarrollo del juego, para permitir que este último avance en complejidad.
Para esto deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
– La participación en los juegos (preferencias e intereses, compañeros con que juega, tiempo que permanece jugando, etc.)
– El aprendizaje de nuevos juegos (habilidades para jugar, respeto y comprensión de las reglas).
– La posibilidad de asumir diferentes roles durante el juego( actuación desde el personaje, utilización de elementos, interacción con otros, otros )
– La anticipación del juego.
– Las posibilidades de encontrar modos de resolver las dificultades que se presentan durante el desarrollo del juego.
– La participación durante la evaluación del juego.
Este análisis, permitirá revisar las propuestas que se ofrecen, modificarlas y enriquecerlas para asegurar que los contenidos planificados sean aprendidos por lo niños.
Orientaciones de Enseñanza
En este apartado, se menciona algunos modos de planificar y organizar los juegos, considerando las particularidades, naturaleza de cada juego y la intencionalidad de los mismos.
Es importante presentar una clasificación básica que permita visualizar las distintas propuestas de juego que pueden enriquecer la tarea cotidiana del jardín, haciendo la salvedad que dicha clasificación no se agota en sí misma y permita múltiples combinaciones que enriquezcan las propuestas del docente a la hora de jugar y que están presentes siempre a la hora de jugar.
Juego Centralizador
Se denomina juego centralizador al juego en el que el propósito fundamental es favorecer el juego dramático o simbólico. Este permite que el grupo total juegue alrededor de una propuesta, idea o sugerencia que está vinculado con algún tema de interés de los niños o que el docente quiere estimular.
Este tipo de juego permite que los niños recreen el conocimiento social y natural, y adquieran nuevos conocimientos a partir de las situaciones que surgen en el desarrollo del juego y en el intercambio con los otros niños. El juego debe ser planificado por el docente quien es el encargado de garantizar los elementos y materiales, pueden ser aportados por el docente, los niños o las familias.
El juego para el docente se constituye, en un analizador fundamental para conocer las posibilidades de juegos de los niños y conocimientos que tienen en un determinado tema como así también para elaborar propuestas que permitan articular las necesidades de los niños y aquello que se quiere enseñar.
Juego – Trabajo
Llamamos Juego -Trabajo al juego en el que se recrea un determinado recorte temático de la realidad, por ejemplo: La fábrica de productos regionales, La fábrica de alfombras, La Posta, La terminal de ómnibus, La Policía, El aeropuerto, entre otros; o recorte temático fantástico por ejemplo: Los monstruos, Los dinosaurios, Los disfraces de fiesta en general, las disfraces de las fiestas tradicionales particular, entre otros. Esta recreación (de la realidad o de la fantasía) se realiza a través de diferentes tipos de juegos en que los niños pueden optar por diversos materiales y propuestas conformando subgrupo (sectores de juego).
Hay distintas posibilidades de organizar y desarrollar el juego trabajo, y se sugiere utilizarlas a todas variando su planificación de modo tal que los niños tengan mayores posibilidades de exploración de juegos.
El juego-trabajo es mucho más rico cuando es posterior a una salida o paseo, pero también puede realizarse sin una visita o paseo previo ya que puede utilizarse otros tipos de disparadores como: cuentos, videos, relatos entre otros.
Existen diferentes tipos de juego- trabajo que pueden modificarse, recrearse o combinarse en función de los propósitos de la maestra, de la experiencia grupal y de los materiales y espacios que se ofrecen.
Juego – trabajo –Juego en sectores
Es el juego que se organiza a partir de los materiales que se ofrecen en los distintos lugares y espacios de la sala. Es un juego que permite la libre elección por parte de los niños y la exploración de distintos tipos de materiales y propuestas, y; da lugar a la conformación de distintos subgrupos, en función de las unidades didácticas o proyectos que se están desarrollando en la sala y en función de los contenidos que se quieren trabajar. No tienen por qué estar siempre habilitados todos al mismo tiempo; ya que la maestra selecciona aquellos que le resulte pertinente habilitar en función del proceso de trabajo con el grupo.
Los sectores en que se puede organizar la sala son múltiples, variados y flexibles, dependen de la creatividad del docente, de la propuesta de los niños y de las posibilidades de cada jardín. A modo de ejemplo mencionamos algunos que se presentan en forma organizada para su comprensión no tienen el objetivo de promover una presentación rígida y estructurada del espacio de la sala sino una propuesta variada y atractiva para los niños (sector de construcciones; sector de juego dramático; sector de juego de mesa, piso o tablero; sector de biblioteca; sector de plástica entre otros).
Juego -Trabajo a partir de la elaboración de materiales
Este juego tiene dos momentos de producción y creación grupal: la elaboración de materiales por subgrupos y el juego dramático en el grupo en total.
La elaboración de materiales por subgrupo: los niños preparan, confeccionan y construyen materiales y objetos de juegos que luego combinan para enriquecer el juego dramático.
El juego dramático en el grupo total: el juego de armado de materiales posibilita el despliegue dramático o simbólico por el que es posible asumir distintos roles y variarlos a partir de la recreación libre del mundo social. En este sentido, cabe aclarar que no se trata de forzar una reproducción literal de la realidad conocida (por ejemplo, una visita), sino de su recreación lúdica.
Si el juego está relacionado, por ejemplo con los personajes fantástico, los niños participaran elaborando máscaras, antifaces, pelucas entre otros; pensaran como organizar el espacio, dando lugar a propuestas creativas y originales. Esta actividad se puede desarrollar uno o en varios días de trabajo, esto dependerá del entusiasmo del grupo con la propuesta, pero no se trata de construir objetos entre varios días para luego jugar dramáticamente un solo día.