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Nivel Primario – La Institución Educativa

La Institución Educativa – Contenidos

La Comunidad, la Familia y la Escuela

La Ley de Educación Nacional 26.206/06 en el Capítulo V – Art. 122 define que:
“La Institución Educativa es la unidad pedagógica del sistema responsable de los procesos de enseñanza-aprendizaje destinados al logro de los objetivos establecidos por esta ley. Para ello, favorece y articula la participación de los distintos actores que constituyen la comunidad educativa: directivos, docentes, padres, madres y/o tutores/as, alumnos/as, ex alumnos/as, personal administrativo y auxiliar de la docencia, profesionales de los equipos de apoyo que garantizan el carácter integral de la educación, cooperadoras escolares y otras organizaciones vinculadas a la institución.”
Las instituciones educativas son el ámbito donde se ponen en diálogo las políticas educativas y curriculares como responsabilidad del Estado, con las decisiones y actuaciones concretas que en ella se desarrollan como responsabilidad de los actores que la integran, así como también con el vínculo que se establece con la comunidad. Decisiones y acciones institucionales que deben traducirse en un proyecto pedagógico-institucional que se inscriba en los principios y objetivos enunciados en los marcos regulatorios vigentes, y que sea elaborado y consensuado colectivamente por todos los integrantes de la comunidad educativa.
La Escuela Primaria constituye un espacio público destinado a la educación y formación de la infancia, y en este sentido, será el espacio social en el que los niños encuentren un lugar especialmente preparado y construido para su desarrollo, para su cuidado y, fundamentalmente para la enseñanza y el aprendizaje significativo de conocimientos y saberes que les posibilite ampliar sus visiones del mundo y sus modos de participación social y comunitaria. Siguiendo a Maddoni Patricia y Otros (2010):
“Es necesario recordar que la escuela es el espacio público hegemónico que recibe a la infancia. Es un lugar en el que se producen saberes específicos, contrastantes a los de las familias, creador de otros vínculos secundarios que tienen un propósito institucional y político.
Por ese mismo motivo, la escuela tiene la oportunidad de resignificar las experiencias sociales que los niños y niñas traen, establecer diferencias y construir condiciones de igualdad y justicia para todos.”
Estas consideraciones llevan a pensar la institución educativa desde un enfoque que priorice el cuidado de las trayectorias escolares de sus alumnos, es decir un enfoque flexible, democrático, abierto a los cambios y a nuevos modos de organización que pongan en el centro la responsabilidad por la enseñanza y el aprendizaje. Esto en contraposición a una concepción rígida de la organización escolar, asociada fuertemente a la organización graduada y a los formatos clásicos de agrupamientos y horarios. Se propone entonces una organización institucional, que sin desconocer los condicionantes que presenta el sistema educativo, pueda diseñar e incorporar otros formatos escolares que contribuyan al fortalecimiento de las trayectorias escolares de todos los alumnos.
La Resolución del Consejo Federal Nº 174/12 establece que las jurisdicciones promoverán las modificaciones organizativas, institucionales, pedagógicas, didácticas y del trabajo docente que permitan que todas y todos los estudiantes accedan a los aprendizajes escolares. En este sentido, se hace preciso pensar otras maneras de organizar la escuela, a través de habilitar nuevas formas de enseñar, de promover instancias con agrupamientos flexibles incorporando nuevos criterios, de profundizar los procesos de articulación y comunicación entre todos los actores, de utilizar creativamente el tiempo, los recursos informáticos, las bibliotecas, los espacios físicos.
Sin duda que la concreción de otros formatos escolares dependerá, en gran medida, de propiciar procesos de gestión institucional que sean más flexibles, abiertos a los cambios, más democráticos, que convoquen a la participación de todos los actores institucionales, comprometidos con el logro de los objetivos educativos. En esta instancia, el rol de los equipos de conducción es fundamental para promover y acompañar las iniciativas que posibiliten un mejor paso por la escuela, con más aprendizajes, con más calidad y con más alegría de pertenecer a ella. Pero también exige el compromiso, la apertura y la participación del equipo docente; su actuación resulta fundamental, ya que nuevas formas de organización institucional, ponen en cuestión y movilizan prácticas institucionales y pedagógicas tradicionales y rígidas muy arraigadas a las prácticas docentes, y que requieren ser re significados y reformuladas en el contexto social y cultural actual.
En tal sentido, la complejidad del escenario institucional demanda que los equipos de conducción y equipos docentes trabajen mancomunadamente, ajustando y reajustando las prácticas, y promoviendo los cambios necesarios en virtud de mejorar la enseñanza y crear mejores condiciones para que los niños aprendan. Teniendo en cuenta que ser directivo y ser docente en la institución educativa actual requiere de una actuación comprometida con la infancia, es decir, asumir una posición que deje entrar esa realidad por la que transitan los niños de hoy y desde allí construir una propuesta pedagógica sólida sobre la base de los principios de igualdad, justicia y calidad educativa, ya que sólo desde esta perspectiva se podrá producir el encuentro con el conocimiento, respetando los tiempos, los contextos y la diversidad de situaciones en las que se encuentran los niños de la sociedad actual.
En este contexto, es necesario destacar que los alumnos que transitan este nivel educativo, que son integrantes de la institución educativa, la conforman al mismo tiempo que son constituidos por ésta en una relación virtuosa y significativa, ya que en ella se reflejan y anticipan futuros posibles.
Si la escuela no otorga al niño un lugar que lo signifique y posicione como alumno, si no construye con él un vínculo de confianza y cuidado, seguramente la trayectoria por el sistema educativo se verá por lo menos devaluada y en el peor de los casos interrumpida, lo que trae consecuencias devastadoras para un sujeto que se encuentra en pleno proceso de constitución subjetiva y puede transformar un futuro de posibilidades en un futuro de anticipados fracasos.
Por ello, la institución educativa debe, a través de su proyecto pedagógico institucional ser un lugar de cobijo para el aprendizaje, en donde el abrazo de bienvenida de los actores adultos sea el anticipo de una trayectoria escolar exitosa, fundada en la construcción de un vínculo de confianza y cuidado, de un sentido de pertenencia y en la posibilidad real de construir futuros, como mundos posibles.

LA COMUNIDAD, LA FAMILIA Y LA ESCUELA
Por otra parte, la escuela se encuentra situada en un contexto con el que se establecen múltiples relaciones, en las que se influyen y determinan mutuamente, es decir, imprimiendo y confirmando a través de ella una cultura y un modo de vincularse con otras instituciones, con las
familias, con las costumbres, con el medio ambiente. En este sentido se espera que las escuelas primarias de la provincia propicien formas de interrelación sustentadas en procesos democráticos, en donde puedan ser escuchadas todas las voces, en una armonía que fortalezca las condiciones para enseñar y aprender, y de ese modo acompañar las trayectorias escolares de todos los alumnos.